En tiempos en que el "Martín Fierro" de José Hernández recién salía de las imprentas, eso de los hermanos sean unidos sonó a lata (o a cañón) una tarde de otoño cuando por culpa de unos de afuera, nos mostramos los dientes.
Sobre este hecho circulan dos versiones similares (y quizás más), y en ambos casos están involucrados al menos un médico de la Armada Brasileña y un ultimatum de un tal Prezewodowski.
El "Theatro Prezewodowski" es símbolo de la cultura itaquiense y único
por su antigüedad, lujo y trayectoria a ambos lados del río Uruguay.
La primera versión es que dos médicos italianos que vivían en Alvear (Guido Bonatti y Vicente Logato) le dieron una golpiza a un cirujano del buque brasileño por un "asunto de polleras" durante una farra (alcohol de por medio) en Itaquí, tras lo cual regresaron a Alvear. De inmediato, los brasileños reclamaron la deportación de los médicos para ser juzgados, a lo que los alvearenses se negaron, y por ello recibieron el bombardeo en forma de ultimatum, presuntamente a las 3 de la tarde.
Placa colocada en el monumento al General Alvear en la
plaza central de Alvear por motivo del centenario de su fundación
La otra versión es que un cirujano del buque, llamado Pánfilo Freire de Carbalho, fue retenido en Alvear por un "respetable vecino" para que atienda a su esposa grávemente enferma. Por ello, el capitan de la flota, de Estanislau Prezewodowski, envió un ultimatum solicitando la devolución del cirujano.
Placa colocada en el obelisco de la plaza central
de Itaquí por motivo del centenario de su fundación
El hecho llegó a oidos de los gobiernos de ambos países. En Río de Janeiro se supo al día siguiente (porque Itaquí ya contaba con servicio de telégrafos) y a Buenos Aires la noticia llegó una semana después. Los cancilleres de ambos países resolvieron que no se trataba más que de un malentendido producto de una trifulca local, y acordaron darlo por resuelto. Sin embargo, exigieron a las ciudades involucradas a ofrecerse respetuosas disculpas y a erigir un hito o monumento para recordar el suceso. Así, en Itaquí se bautizó al flamante teatro municipal como "Theatro Prezewodowski", y en Alvear se llamó por un corto tiempo "22 de junio" a la calle principal.
Las balas de cañon arrojadas, que en definitiva no produjeron ningún destrozo considerable, se conservaron en la comisaría local por muchos años, hasta que un día un funcionario provincial de paso por el pueblo se las llevó "de recuerdo".
© 2012 DIEGO PETRUSZYNSKI
Fuentes: "Historia de la Ciudad de Alvear", de Federico Palma (1957), "Memorias de un pueblo de frontera" de Iván Romero Souza (2010) y "Historia de la Ciudad de Alvear" de Jorge Acuña y Éldida Vasconcellos (http://www.monografias.com/trabajos64/historia-ciudad-alvear-argentina/historia-ciudad-alvear-argentina.shtml)
© 2012 DIEGO PETRUSZYNSKI