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30 enero 2009

Hola a todos. Aquí les transcribo un texto hecho en oportunidad de los 198 años de la creación de la Prefectura Naval Argentina, en un certámen organizado por la Prefectura Alvear.Gané el primer lugar en categoría Polimodal con esta redacción. Espero les guste, aunque es un poco 'melosa'.

Se lo dedico a todos los que de un modo o de otro se vieron vinculados con esta fuerza, ya sea por haber sido efectivos o por cualquier razón. Gracias por leer, Suerte!


A la Prefectura Naval Argentina.

Prefectura, ¿Qué es la Prefectura? Quizás, por fuera, nada más que una fuerza armada; ¿Con qué está armada? Con mucho más que artefactos metálicos: la cultura es un arma, el saber es un arma, el compromiso por la Patria, que se contagia y llena de orgullo a los argentinos cada vez que los vemos esbozar de sus labios las estrofas de nuestro Himno, en un aura celeste y blanco que invade los corazones más alejados de la Patria, es el arma más poderosa que alguien pueda tener.

Ejemplo y oportunidad para los jóvenes, que año tras año ven reflejados en tus filas las aspiraciones de un futuro de bienestar y soberanía.

Cuantos héroes silenciosos habrán portado tu insignia desde aquel 1810 en que con la Patria floreciste y, cual flor que captura con su aroma hasta a las criaturas más salvajes, tú capturas, con tu esfuerzo idolatrado los más nobles sentimientos de un ciudadano argentino.

Padre invisible, protector, presente en los más inhóspitos paisajes de frontera, luchando con la autoridad y el ejemplo, fuente interminable de orgullo, que hasta en los fríos más terribles de la perla austral usurpada, fuiste exponente de la bravura latinoamericana.

Crisol de fuerza, respeto e ideales, que escoges en la sociedad los moldes adecuados para formar soldados de sable y pluma.

Hábil anfibio, defensor en las aguas y en tierra, abogas por la soberanía, la educación y el bienestar del pueblo al que representas.

Todo argentino te debe más que un día para recordarte, pero reconoce que a los humildes no es necesario idolatrarlos día a día, ya que es tácito su merecimiento.



© 2009 DIEGO PETRUSZYNSKI

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