Bienvenidos a mi pueblo...

Contador de visitas


Estadisticas web

31 diciembre 2010

Sobre el filo del año, y de la década, un videito más de paseos por Alvear. Esta vez, hacemos la trilla (ya que el camino está obstruido y no parecen haber intenciones de desobstruirlo) hasta el tan recordado balneario "El Puntón", sobre el río Uruguay.
Perdón a los seguidores por el lapso tan prolongado de tiempo entre esta y la publicación anterior, espero poder reparar esa ausencia de material durante este verano que se perfila bastante prometedor.
Muchas felicidades a todos, les deseo un próspero 2011 lleno de alegrías, emprendimientos, experiencias y momentos únicos. Un abrazo grande para todos, nos vemos en la segunda década del tercer milenio... Suerte!


© 2010 DIEGO PETRUSZYNSKI

29 agosto 2010

SOÑAR QUE SE PUEDE

La estaba esperando sin esperarla. Solo para mirarla, y dejar de mirarla cuando me mirara. De pronto sale y se para a un costado de la puerta de la facultad. Yo la empecé a apreciar desde el otro lado de la calle. Esbelta, modesta con su metro ochenta que para nada la incomoda; libre. Cabellos castaño claro, ondulados, que caen hasta cubrirle los hombros. Anteojos rectangulares con un grueso marco negro le daban el último pincelazo a la obra de arte que significaba su rostro.
Ya la había visto antes, en la clase de informática. Y luego, en historia, hasta se acercó a mí para hablarme. No lo podía creer. Había acabado la clase, yo aún sentado en mi banco guardaba mi carpeta, cuando ella se cruza desde el otro lado del salón, apoya sus palmas en la tabla de mi pupitre y clava su mirada en la mía. Creo que mi rostro se desboronó y se rearmó mil veces en un suspiro aspirado, en un segundo. Y me habló. Movió sus labios a escasos veinte o veinticinco centímetros de mi timidez. Me dijo: "disculpame, ya nos habíamos visto en informática. ¿Sabés si tenemos clases de nuevo este jueves?". Por suerte reaccioné al instante, no se notó el asombro, creo. Alcancé a contestarle que no sabía, que creía que no. "Afuera en el pasillo están pegados los horarios" le dije inclusive.
Ahora lo pienso y me dan ganas de sepultar el cadáver de la caballerosidad que asesiné con esa respuesta. Pero ya está. Me agradeció y se fue. Se fue sonriendo, pero intuyo que siempre lo hace. Seguramente es feliz. Tan breve fue el cruce que quizás no alcanzó la categoría de "primera impresión". Eso espero.
Yo la seguí mirando sentado en el murito de la casa de enfrente a la facultad. Ella mira hacia ambos lados de la calle, y se decide a cruzar. Parece que se dirige hacia mí, qué hago. ¿La dejo de mirar? ¿Cuando termine de cruzar la calle quizás? Así si se da cuenta, piensa que la estoy cuidando. ¿Y si en realidad viene porque justamente la estoy mirando? Mejor apunto mis ojos al suelo un rato, como buscando algo. ¿Que es muy obvio de todas formas? Bueno, saco el celular entonces. Hago que leo un mensaje. Sí, eso está bien. Quizás ni siquiera viene hacia mí. Seguro que solo cruza la calle para saludar a alguien más, o porque quizás simplemente ese sea el camino a su casa. ¿Se estará yendo a su casa realmente? O se estará yendo a lo de alguien más. ¿No se estará yendo a lo de su novio, verdad? ¿Que tiene novio? Sí, seguro que sí. Es imposible que no tenga novio siendo lo que es. Y aunque no lo tuviera, ¿me serviría de algo? Jamás me atrevería a decirle algo interesante. ¿Qué soy para ella? Nada. No le puedo ofrecer nada, ni siquiera sé lo que le puede llegar a interesar. ¡Si ni siquiera sé su nombre! ¡Por qué no presté atención a su apellido cuando tomaron la asistencia! Mejor ni intentar, mejor no molestarla. Que no pierda su tiempo, seguro que alguien más digno ya la pretende y logrará seducirla.
Terminó de cruzar la calle. ¡Oh no! Realmente viene hacia mí. !Por qué! Ojala que salude a alguien que está a mis espaldas, como tantas veces me sucede. Dios mío... Se puso en frente mío.
- Hola, disculpá, ¿Sabrías decirme si ya están los apuntes de informática en la fotocopiadora?
Me vino a hacer otra consulta académica. ¡Que suerte! ¿Y qué le respondo? Creo que sí, que están las fotocopias. ¿Y si le respondo y se va, y no me da tiempo a recavarle más información? ¡Ya sé! Ya sé que decirle para averiguar algunas cosas.
- Ehmm... Creo que sí, que están. Mi novia me dijo que ya los sacó.
Es perfecto, le respondí algo que a ella le sirve, le fui útil, y a la vez tiré un anzuelo. Si ella cree que tengo novia, no creerá que estoy desesperado por ella y no se sentirá intimidada. Es más, le dará curiosidad y me preguntará instintivamente: ¿tenés novia? Será redundante pues me preguntará algo que ya le respondí. Su insistencia me demostrará que está interesada en mí, y eso la pondrá nerviosa, lo que me terminará de confirmar su interés. Entonces cuando me lo pregunte yo inmediatamente le voy a contestar que no, y le voy a preguntar a ella si tiene novio. Y en el fulgor de la pregunta y repregunta, de la entrevista rápida, ella no tendrá tiempo de meditarlo y me lo dirá sin rodeos. ¡Sí, es perfecto!
- Ah, bueno, las voy a sacar. Muchas gracias...
¡Mierda! ¡No funcionó! No me hizo la repregunta de que si yo tenía novia. Lo arruiné todo. Ahora cómo lo arreglo... Bueno, si soy sincero quizás logre conmoverla. Sí, la sinceridad puede lograr eso. Se dará cuenta de que soy débil, inexperto, pero honesto.
- Perdoná, antes de que te vayas. En realidad esperaba otra actitud de tu parte. Es que yo no tengo novia, nunca tuve. Te lo dije porque esperaba que vos me volvieras a preguntar si yo realmente tenía novia para responderte que no, y en seguida preguntarte a vos si tenés novio, ¿me entendés?
Soy un estúpido. El rey de los estúpidos. ¿Como pude decirle una sarta de idioteces como esas? Listo, ya me gané la corona de la humillación por el resto de la carrera de periodismo. ¿Qué hace? Se ríe... ¡Por supuesto! Cómo no se va a reír si acabo de decir la madre de todas las estupideces. Eso me pasa por creer en mis propias teorías. ¿¡Como pude ser tan imbécil para violar mi propio off the records!? Fue como si el puente entre la mente y la lengua se hubiera transformado en un teletransportador que no dio tiempo a repensar lo que pensaba.
- ¡Jaja!, ¡que gracioso que sos!
Un momento... Eso no fue burlón. Eso fue tierno. En serio le causó gracia. ¡Hasta parece que le gustó! ¿Y ahora? ¿Cómo sigo?
- Bueno, ¡gracias! Disculpame si te incomodé, es que a veces siento como que no tengo nada para hacer y me pongo a imaginar situaciones absurdas. Y de vez en cuando una de esas situaciones se me escapa del plano imaginario al plano real.
Me parece que complejicé demasiado el asunto. Y hablé demás otra vez. Va a creer que soy un loco.
- ¿En serio? Wee... ¡Qué loco!
Sí, yo sabía. ¡Dijo loco! Pero, ¿lo habrá dicho por la situación o por mí? O sea, ¿qué loco todo esto, o qué loco yo? Bueno, ¡no importa! No está enojada, sigue contenta, ¡y sigue acá!
- Sip... Me suele pasar. Pero al final, ¿tenés novio?
Bueno señoras y señores, esa misma piedra se ha de estar haciendo polvo de tantas veces que este humano la está golpeando. ¿Qué, no puedo evitar salir de un momento incómodo sin entrar en otro aún peor?
- Sí, si tengo.
¿Viste? Ya lo sabía yo... Desde antes de que cruce la calle. Lo sabía y sin necesidad de haber hecho todo este circo. ¡Me hubiera ahorrado toda esta vergüenza con sólo haberle dicho: "sí, están las fotocopias"! Ya no hay forma de acabar esto sin transformarme en el monumento andante a la payasada. Trataré de recuperar lo último de dignidad que me pueda merecer.
- Uhh... Perdón entonces...
Y sí, ¿que más le puedo decir? "Tomá, este es el número de unos matones, aquí te dejo cien pesos, por favor contratalos por mí así no te ensucias las manos vos al hacer justicia y extinguir este bagazo de persona que se encuentra ante vos. Es el último favor que te pido". No, tanto no le puedo exigir...
- Jaja... No hay problema.
Y no, qué problema va a haber. Ninguno. Si vos sos una chica normal, que puede tener todo lo que quiere con sólo salir y encararle a la vida. Si a vos la vergüenza ni te roza. No como a mí. Que estoy media hora parado afuera de la farmacia juntando fuerzas cada vez que me tengo que comprar una maquinita de afeitar. Por culpa de esta timidez absurda que me controla, y que cuando se le ocurre no mostrarse por un instante, le da paso a la desubicadez que ya habrás conocido, que me hace cometer una bestialidad nunca antes imaginada como la que acaba de pasar. Nooo, qué problema va a haber. ¡Por favor! Pero por lo menos tenés la grandeza de no martirizarme aún más, de tomártelo con humor y simpatía. Aunque seguro luego le estarás contando a tus miles de amigas y amigos sobre el papelón que se mandó este chico. Y está bien, estás en tu derecho, es lo que cualquier persona normal haría. Pero vos por lo menos ahora no te me burlás. Eso te lo agradezco. Y ya que te tengo confianza te lo digo todo.
- Bueno. La verdad es que esperaba a que me dijeras eso, pero estaba más preparado por si acaso me decías que no tenías novio. En ese caso pensaba preguntarte... No sé... Si saldrías a tomar algo, por ejemplo.
¿En serio le hubiera preguntado eso? ¿De donde saqué semejante cosa? A veces la mente y la lengua se comportan como dos órganos autónomos; una traiciona a la otra y viceversa, sólo para reírse del idiota que pone la cara.
- ¡Uhh! ¿En serio? ¡Me encantaría! Jaja... En realidad no tengo novio, te estaba cargando nomás, como lo hiciste vos, jajaja.
¿Peeerrrdón? ¿Y eso, qué significa? Se hizo la graciosa con migo. ¿Vieron? Yo sabía que era perfecta. Bella, sociable, estudia periodismo igual que yo, ¡Y buen sentido del humor! Definitivamente es demasiado para mí. Sí, demasiado, no me la merezco. Seguro que no. Pero, ¿y si me animo y desobedezco un poco a la lógica? ¿Y si voy un poquitito nomás en contra de las leyes universales? No creo que pase nada. Tan trágico no puede ser. No se acabará el mundo por un sólo chico introvertido que se animó a más. Bueno, aunque como va mi suerte... Quizás yo sea el culpable del fin del mundo. Pero qué estoy diciendo, ¿cómo puedo creer que tengo ese privilegio también? Bueno, me había dicho que no tenía novio, ¿o sea que la tendré que invitar? ¿Y ahora?
- ¡Jaj! Qué aparato que sos... Bueno, entonces, ¿saldrías a tomar algo?
- !Sí! Por supuesto... ¿Adonde querés ir?
- Y... Ni idea. Nunca hice esto, pero... No sé... Digamos, ¿a la peatonal? ¿Después de clases?
- Dale, me encantaría... Y vos, ¿cómo te llamás?
¡No lo puedo creer! ¡Está saliendo todo bien! Se parece mucho a alguna de esas tontas películas americanas de adolescentes, pero va todo bien.
- Ehmm, mi nombre es...
¡Momento! ¿Qué es ese ruido? ¿Una alarma?
- ¿Sí?
- Que mi nombre es...
Sí, parece una alarma, ¿pero por qué tan fuerte? ¿De donde viene? Pero si se parece a la alarma de mi despertador... ¡¿Mi despertador?! ¡No me digas que todo esto fue un...!
- Sueño...
Sí, me acabo de despertar. Estoy sentado en la cama, son las siete y media de la mañana, tengo facultad a las ocho.
¡Un sueño fue todo esto! El harakiri hecho con un cuchillo de broma. Ya me lo había dicho una vez mi amigo de la secundaria: "el poder de la mente es superior a todo, sueña que puedes y podrás". Si, ojala. Lástima que su teoría se comprobó cuando soñó que orinaba un árbol en el campo, y se despertó todo mojado. Soñó que pudo, y sin darse cuenta estaba pudiendo. Por lo menos mi sueño fue más digno. Más pulcro, mejor dicho.
Yo sabía que era demasiado bueno para ser verdad. Tendría que haber intuido que sólo mi inconciente sería capaz de imaginar una situación tan utópica. ¿Yo, invitando a una chica a tomar algo? ¿Donde se ha visto? Esto me pasa por querer salirme de mis cánones. Las cosas son como son, no soy Superman para andar cambiándolas a mi antojo. Al menos en el mundo real, en el imaginario no hay problema. Pero ahora me quedó la congoja de ese mundo imaginario. ¡Por qué tanta crueldad con migo mismo! Bueno... Es la vida que me tocó. Mejor bajo a desayunar así no llego tarde. Retomemos la rutina.
Listo, llegué ocho menos cinco, tengo tiempo de sentarme un rato en el pasillo hasta que entre la profesora de sociología. "Buen día, buen día", "¿todo bien? Sí, como siempre..." ¿Será que le cuento a mi amigo lo del sueño? No, mejor no. Se va a reír y además me voy a sentir incómodo si está al lado mío sabiéndolo cuando ella entre a la facultad.
Está entrando la profesora, vamos a clase. ¿No vino ella? Ahh, cierto, en sociología no la tengo de compañera. Bueno, igual no me serviría de nada verla hoy. Ni hoy ni ningún otro día.
Terminó la clase, es casi medio día. "Bueno chicos, nos vemos mañana". "¿Qué me vaya con ustedes a almorzar?", "No, así está bien, tengo que estudiar lo de Taller de Competencias. Gracias de igual forma, nos vemos mañana". Bueno, por lo menos tengo amigos. Tres o cuatro pero son fieles. Mejor me voy al departamento a ver qué almuerzo y agarro esos libros que no terminan nunca.
¿Eh? ¿Ya son las siete? ¡Me pasé toda la tarde leyendo! Le mando un mensaje a mi amigo a ver qué está haciendo, si no quiere salir un rato a la costanera. "Sí vení que no estoy haciendo nada". Listo, voy para allá, ya está anocheciendo, mejor llevo mi campera.
Un mensaje: "Esperame en el parque que ya paso por allí y vamos a la costanera". Bueno, justo ya estoy acá me siento un rato en ese banco y ya ha de llegar él.
Pero, esa que viene allí, ¿no es ella? Sí, parece que es ella, recién sale de la facultad. ¡Qué hermosa que es! Caminando así, sosteniendo sus libros a la altura del pecho con la mano derecha, y la izquierda que acompaña el ritmo de sus pasos, que escena perfecta. ¡Uy! Va a cruzar en frente de mí. No me va a ver, ya es de noche. ¡Me vio! ¡Y sonríe! Me va a decir algo...
- Adiooós...
¡Me saludó! ¡Existo para ella aún fuera del aula! Qué le respondo... Y sí, tengo que saludarla yo también. ¿Qué más?
- ¡Chau!
Sí, chau... Me despido... Si tan sólo supiera ella, lo bien que actuó dentro de mi mente. ¿Para qué la sigo mirando? Si se está yendo, y yo con estos ojos de perro hambriento. ¿Eh? ¿Quién chistó? ¡Ahh! Es mi amigo, del otro lado del parque. Ojala que no me haya visto mientras la miraba. "¡Ahí voy!"
- Qué hacés, ¿todo bien?
- Hola, sí, todo tranquilo...
- ¿Qué hiciste hoy? ¿Ningún chisme?
Y qué le puedo contar...
- No, no sé... No pasó nada, como siempre nomás.



BlackBerry® de Personal, tu mundo en tus manos.

17 agosto 2010

MAL ASOMBRADA

Fue más que un grito, un alarido, fue femenino. Salimos todos al patio a ver qué era y nuestro compañero Gastón del tercero "C" estaba petrificado, parado en la puerta del baño de las nenas, mirando hacia adentro. Dos chicas de cuarto grado lloraban y berraban de espanto.
- ¡¿Pero qué pasó?! -repetía desesperada la señora Norma con su voz de tiza y cigarrillos-.
- Las monjas, las monjas... Allá en el fondo -sollozó Gastón mientras las chicas reforzaban su llanto con cada palabra.
- ¿Pero qué pasa? ¿Qué monjas? -Insistió la maestra-.
- ¡La sangre! ¿no ve la sangre chorreando por la pared al fondo del baño?
Y la escuela entera cayó en el susto. Desesperación de los crédulos y astucia de los incrédulos. De inmediato se alzó un murmullo como polvareda en baile de rancho. Nos mirábamos entre todos, todos chiquitos, caras que variaban entre desconcierto, pánico, risas de nervios. Algunos, y principalmente algunas, ya se secaban las lágrimas con el guardapolvo.
- Mirá gurí –le dijo la señora Norma mientras levantaba su palma a la altura de la cara- más vale que dejes de inventar porque o sino...
- ¡Pero no señora! Si yo las vi. Venía por el pasillo y miré para adentro, y allá estaban, en el fondo, chorreadas de sangre- intentaba explicar Gastón, el bien llamado "más terrible de la escuela".
- Bueno bueno, no pasó nada, vamos para adentro –nos apuró la señora Marisa y nos llevó al aula de nuevo, y así cada maestra con su curso.
¿Qué era eso de la monja? ¿de la sangre que se escurría por la pared del fondo del baño de las mujeres? Era parte del folklore de mi escuela primaria, la más "mal asombrada" del pueblo.
Eso ocurrió poco antes del último recreo. Volvimos al aula y la maestra intentó retomar la clase. Pero ya no hubo sujeto que nos haga entender el predicado. Era todo un alboroto. Se escuchaba clara la voz de la señora Norma, de turno esa semana, que desde el patio mandaba a los alumnos a clase.
-Y vos Gastón: a la Dirección –sentenció.
Gastón no era alguien de fiar, no era de los que contaban toda la verdad, y sus travesuras eran de las más ingeniosas, siempre. Esa vez, se ve que había sabido de algo, se instruyó con un poco de historia. Alguien le habría contado sobre la leyenda que asombra a la escuela. Él había arribado ese año a la ciento veintitrés, pero al año siguiente ya se cambió dos veintiséis. Era de esos chicos... poco durables.
Se calmó un poco el bochinche en el patio, cada grado volvió a su salón. Pero dentro de cada salón la cosa era distinta. Era todo duda, temor y asombro.
-Cuéntenos señora, ¿qué es eso de las monjas y la sangre? – preguntó uno de los que se sentaba en la primera fila.
Como si algún alumno no supiera de qué se trataba. Era sobre una de esas leyendas que se transmitían en los patios, mientras se jugaba a la bolita por las canaletas de los baldosones, mientras las nenas saltaban al elástico o después de educación física mientras retomábamos el aliento entre los frondosos palos borrachos que le dan sombra al patio de abajo.
Eran de esos cuentos que varían en detalles según la temporada; que los de sexto les transmiten a los de primero, y son tan emblemáticos de la escuela como los murciélagos del salón de acto, como los escobazos de Doña Benigna cuando le queríamos robar galletitas de la cocina, como el popular chiflido del portero "Patillo", o como la estatuita de 30 cm de la Virgen de Itatí, que tiene marcado el cuello de aquella vez que la quebraron al empujarla sin querer dentro de su ermita.
-Dejen de molestar, si no ven que está jodiendo nomás con esas pavadas –cerró el asunto la maestra refiriéndose al travieso Gastón.
La escuela que cobijó mi infancia no fue otra que la cabecera del departamento. Pero lo cierto es que mi escuela tiene historia, tradición; y eso nos otorgaba un cierto prestigio, por decirlo de algún modo. No fueron pocas las veces que nos tildaron de "conchetos", especialmente en las competencias interescolares. Junto a la ciento ochenta y cuatro, del popular barrio Centenario, formábamos el Boca-River de esas competencias, siempre sanas, inocentes, de primaria.
En el lugar donde funciona mi escuela estuvo hasta mediado de los años '30 un colegio de mujeres y un convento, es decir, un colegio de monjas. Aceptaban varones pero sólo hasta cierta edad. Gran parte de la "cremme" de aquella época asistió a esa institución, de ahí el "prestigio"... y el chetaje.
Por ejemplo, cuando sucedió aquello de la maldición del padre Fontela, en el '32, dicen que él huyendo de la turba que pretendía lincharlo por su intervención en el conflicto político entre conservadores y... el resto, se refugió en el convento del colegio durante unas horas, para luego continuar el escape junto a dos monaguillos hasta la desembocadura del Aguapey y cruzar a La Cruz en balsa. Dicen que al llegar a la otra orilla se quitó las sandalias y las sacudió, para no llevarse ni siquiera el polvo de aquel pueblo que lo echaba. Esa fue su maldición.
Luego de algunas desavenencias económicas (las familias no aceptaron el aumento de la cuota), las religiosas se retiraron, y la institución pasó a ser una escuela provincial.
Fue en el año '63 cuando por un desperfecto eléctrico la escuela se prendió fuego. Dicen que duró un día el incendio, que todo el pueblo colaboró haciendo cadenas de baldes; por esos tiempos aún no había cuerpo de bomberos en la ciudad.
La escuela siguió funcionando, con una restauración medio "así nomás", hasta principios de los '80 cuando se terminó una reforma completa que le dio su aspecto actual. De aquel majestuoso edificio, de aulas con piso de madera y un hermoso aljibe en el patio de las mujeres (porque para los recreos cada sexo tenía su espacio), sólo subsistió prácticamente intacta la capilla (que le da su particular fachada) ya transformada en salón de actos.
Resulta que con los años, las historias se fueron mezclando, se le fueron adosando nuevos detalles y se fue creando de a poco la leyenda urbana. Así surgió la versión que hoy subsiste en el folklore popular, que dice que las monjas en realidad murieron en aquel afamado incendio. Así también surgió el macabro cuento de que en lo que ahora es el baño de las mujeres, dos monjas perecieron por las llamas. Pero sin embargo, una variante dice que en realidad esas dos monjas quedaron encerradas durante unas vacaciones, ya que el portero cerró la escuela en diciembre y la abrió recién en marzo; allí las encontró a ambas, muertas de forma espantosa, luego de aparentemente haber practicado canibalismo.
Estas y muchísimas historias más, como que de un hueco que hay en uno de los muros del patio de abajo surgía un ente que asesinaba a los bebés de las monjas, o que dentro de los troncos de los palos borrachos estaban los cuerpos de las religiosas, o que el mástil de la bandera en realidad es la tumba de la madre superiora. Dios mío, qué imaginación colectiva.
Gastón, con un año de haber llegado, ya había sabido aprovecharse de las creencias que en la escuela se profesaban. Al otro día ya se estaba riendo de los regaños que le habían dado, de la nota que le llegó a su mamá, y de todo y todos en general, especialmente de las dos chicas que primero le creyeron.
De igual forma, el mito que rodea al último cubículo del baño de las mujeres, que como dije ya existía desde antes, siguió subsistiendo con más o menos fuerza según la época. Había temporadas en que las chicas sólo entraban al baño en casos de fuerza mayor y salían cuanto antes por el pavor que les provocaba la posibilidad de tener un encuentro cercano con los espíritus. En otras temporadas la leyenda perdía vigor y casi nadie la recordaba.
Años más tarde se me ocurrió la idea de que quizás todo aquello nació alguna vez en que una niña se hizo señorita en ese último cubículo del baño. Luego, alguna compañerita encontró... quien sabe lo que encontró... y se encargó de repartir el chisme. Quien sabe, ¿no? Pero cómo desmentir una historia tan arraigada y dispersa a la vez... Aparte, ¿Para qué hacerlo?
Son de esas cosas que no existen, pero que las hay. Igual, hasta lo que sé, Gastón nunca se quejó de que le tiraran las patas. Todavía.


BlackBerry® de Personal, tu mundo en tus manos.

15 agosto 2010

Barrios de Alvear.

Quiero hacer una lista de todos los barrios de Alvear, estos son los que más o menos me acordé. El que conozca los que faltan, por favor me avisa y agregamos.

Creo que la zona de la calle Belgrano en toda su tirada y la calle Marcelino Acuña también, no tienen nombre esos barrios, excepto el Juana Barreyro, pero es de viviendas. ¿Como se llama el barrio al rededor de la plaza San Martín? ¿O el de la zona de la cancha de la Pakí, ¿el del Agua potable...? ¡Y otros tantos! ¿Les ponemos nombre?

Algunos no se si existen pero recuerdo haber escuchado que se los nombre. Si me equivoco en las descripciones o tienen otros datos, me avisan y lo corregimos.

- Centro: Alrededor de la plaza 9 de Julio
- Norte: El antiguo equipo de fútbol del Club Social se llamaba "Barrio Norte", pero el Club está en el Centro. Calculo q este barrio va más o menos desde la calle Hermanos Gómez hasta la Colón/Elizarán.
- Centenario: Lleva este nombre por ser creado en el año del Centenario de la Revolución de Mayo. Se suele incluir en este barrio a muchos otros, por eso es considerado uno de los más grandes y populosos.
- Lagraña: La actual plazoleta Isaco Abitbol se llamaba antes Plazoleta Lagraña (que fue el gobernador que fundó Alvear). Una vez me dijeron que este barrio limitaba al norte con el antiguo tramo de la vía del ferrocarril que iba hasta las Piedreras, o sea, en la esquina de M. Acuña e Isaco Abitbol aproximadamente.
- Juana Barreyro: Viviendas que ocupan la mitad de la manzana compuesta por las calles Belgrano-Cancelo-9 de Julio-Acuña y la cara que da sobre esta última calle en la manzana de enfrente.
- Tumba Frayle: En teoría, el Tumba Frayle (cruce de la vía del ferrocarril y la calle Larrea) sería el límite oeste de este "barrio" con el Mitre Sur.
- Mitre Norte: Estrictamente compuesto por la chacra delimitada por las calles Perú-Panamá-Venezuela-Colectora Norte, pero extendible a toda la zona al norte y oeste de la Ruta 14.
- Mitre Sur: Compuesto por la chacra delimitada por la continuación hacia el sur de las calles Panamá y Venezuela (creo que cambian de nombre) y por Larrea y Colectora Sur.
- Las Ranas: No sé exactamente. Creo que más o menos en la zona de la intersección de las calles Sargento Cabral y Suipacha.
- Machetazo: No sé bien tampoco. Creo que cerca de la Antena de Claro (ex CTI)
- Arroyo Méndez: En realidad es un paraje.
- Igarzabal: También conocido como el Barrio de la Radio (por estar LT21 Radio Municipal Alvear en ese barrio).
- Islas Malvinas: Viviendas ubicadas en la mitad norte de la manzana compuesta por las calles Rodriguez Peña-Sargento Cabral-Maipú-Constitución, donde está la escuela 184, enfrente al Barrio San José.
- San José: Es el de la manzana donde se encuentra el club Centenario (calles Coronel Payba-Constitución-Rodriguez Peña-Sargento Cabral. Fue construido en lo que fue el antiguo Cementerio de Alvear, que funcionó hasta 1902 que se inauguró el actual. Hasta la década del '60 que se construyó este barrio, la manzana era conocida como "la placita" y tenía molinetes en cada esquina.
- Juan Domingo Souza: Se denominó así en el 2008 a la manzana que originalmente se conocía como barrio Varela (entre calles Sargento Cabral-Entre Ríos-Constitución-Santa fé), donde se encuentra la plazoleta Belgrano. Lleva el nombre del reconocido músico, que tiene su casa allí.
- Varela: El nombre se extendió a la zona alrededor del Juan Domingo Souza. Limita con el Centenario.
- Epam: No "Pan". Viene de Esfuerzo Propio, Ayuda Mutua. Hay dos barrios de viviendas del mismo estilo, uno sobre la calle Entre Ríos entre Independencia y Sargento Cabral y otro por calle Buenos Aires entre Sargento Cabral y Constitución.
- Cáritas: Al este de la calle Buenos Aires, entre Larrea (camino al puntón) y Constitución.
- Bajada Vieja: Al oeste de la calle Pellegrini, desde Saavedra hasta Colón más o menos. Lleva este nombre debido a la vieja Bajada de la balsa que cruzaba el Aguapey en la desembocadura de éste en el Uruguay (lugar conocido también como el camping)
- Puerto: Desde el puerto sobre el río Uruguay hasta la calle Ituzaingó o Saavedra (yendo por Pellegrini). La Calle Belgrano al sur se pasa a llamar Coronel Luciano Romero a partir de La Madrid y hasta la aduana.
- 10 de Febrero: Compuesto por todos los barrios de viviendas de la chacra ubicada al oeste de la calle Suipacha, al sur de la cancha San Isidro y al norte de la chacra de Alterach (donde está la cancha de la Pakí)
- Antena: En la zona de la antena transmisora de LT21 al este de la calle Buenos Aires. Hay viviendas también.
- Héctor Oscar Dávila: Viviendas de la manzana ubicada entre las calles Independencia-Sargento Cabral-Santa Fe-Buenos Aires.
- Estación: Se accede por la calle Las Heras.
- La Salida: Al norte del cruce de la vía del ferrocarril en calle Coronel Payba. Tiene las calles Fray Luis Beltrán, Matías Sapiola y Tomás Guido.
- Ejército: Aparte de las viviendas ubicadas en el predio de la Escuela Agrotécnica (del antiguo Regimiento), también el barrio de viviendas al final de la Avenida Ejercito Argentino al este.



BlackBerry® de Personal, tu mundo en tus manos.

29 julio 2010

Última entrega de la saga "cámara rápida".

En realidad este video pensaba no subirlo, pero debido a la repercusión de los anteriores, y a que algunos compoblanos en el exilio solicitaban más lentitud en el recorrido para poder distinguir mejor el paisaje, aquí les dejo este "paseo lento". Está prácticamente a la velocidad original, salvo algunos tramos que fueron marcadamente acelerados dada la densidad de la escena (calles largas sin contenido, caminos de acceso, nada especial).

No espero de ustedes el mayor entusiasmo a la hora de verlo, y entiendo que pueda aburrir un poco (un poco mucho...). Más bien tómenlo como un documento histórico, un registro para el archivo.

A aquellos que hace más de un año que no pisan este suelo, les aseguro que hubo cambios significativos (cordón cuneta, edificios nuevos, etc...), espero que se vean minimamente expuestos aquí.

Párrafo aparte, la selección musical creo que logra reflejar hermosamente los mejores aspectos de nuestro pueblo. También, ¡con los músicos que tenemos!. Los autores elegidos fueron Claudio Sussini, Juan Domingo Souza y su conjunto Tupa Noy, grupo Esencia Orillera, Hugro Trindade, Cholo Aguirre y Chino Recalde, y obviamente, el Patriarca Isaco Abitbol. Pido perdón si no soy del todo específico para referirme a los temas, especialmente en la distinción autor-intérprete. Tan solo busqué de mis álbumes los temas más alvearenses y que los pueda reconocer (nombre del tema, autor, intérprete). Yo de música, poco y nada. Nuevamente, perdón por los datos que seguro se me chispotearon, pero como ya verán, la intención no es onerosa ni nada por el estilo. Quizás los enganches no sean los ideales, pero el contenido de los temas es realmente llegador.

Les recomiendo, para ver este video, que elijan un buen momento de ocio (o alpedismo), puede ser un día de lluvia, una madrugada de sábado en casa... Ustedes sabrán. Son 30 minutos del mejor chamamé alvearense (repito, no sé si bien enganchados, porque no soy ni DJ ni Director de Cine, jeje) acompañado de un recorrido por algunas de las principales arterias de la ciudad.

Se aceptan todo tipo de comentarios, totalmente. Sólo así se pueden ir mejorando los trabajos aquí expuestos.

Un abrazo en la distancia a todos los alvearenses (por nacimiento, opción o adopción) y en general a todos los que pasan por este espacio. Muchas gracias, hasta luego...




© 2010 DIEGO PETRUSZYNSKI

26 julio 2010

Otra entrega de los experimentos en cámara rápida.

Esta vez un poco de ruta. Un viajecito por el tramo viejo de la ruta 14, desde La Salida hasta el empalme con el tramo nuevo, cruzando por Pancho Cué, la capillita de Palmitas y el bañado Santa Ana.


Espero que les guste... Hasta la próxima...


© 2010 DIEGO PETRUSZYNSKI

24 julio 2010

Un paseo en cámara rápida por Alvear Corrientes!! Espero que lo disfruten...



Gracias, hasta la próxima...

© 2010 DIEGO PETRUSZYNSKI

14 julio 2010

Vamos mi pueblo todavía!
Ya te estás recibiendo de ciudad...

Obra cordón cuneta.
Esq. Centenario y San Martín.
Gran Tienda La Popular y Banco de la Nación Argentina.
BlackBerry® de Personal, tu mundo en tus manos.

10 julio 2010

Un documental que es como un hijo para mí, no tanto por la calidad y el trabajo de producción que hay volcados en él, sino por lo que representa.
Tiene 1:00 Hora (no es para apurados), así que para el que tenga tiempo, se lo recomiendo.
Gracias Juan Manuel por tu ancho de banda...
Para todos ustedes, les presento: mi escuela.


Vayan siguiendo las otras partes, son 6 (de 10' cada una)

Gracias por pasar, hasta la próxima...


© 2010 DIEGO PETRUSZYNSKI

19 junio 2010

¿Qué pasa che mi pueblo que no sale la mano única en las calles?
Mira que en febrero ya había aprobado el Concejo Delirante ese, como
le decimos, para que en marzo ya esté todo señalizado y andemos todos
para el mismo lado... ¿Que está caro el asunto? ¿Qué, no se animan a
largar sin arreglar bien las calles de los costados? ¿Que si no
dejamos bien linda la General Paz, con cordón cuneta y todos los
chiches, no podemos hacer sólo entrada la Isaco Abitbol todavía? ¿Y
que con la San Martín y la Hermanos Gomes pasa lo mismo?
¡Pero por favor che! ¡Si el otro señor que estaba antes, una y dos y a
cualquier cosa más o menos copetuda, ya en seguida le encajaba una
inauguración! ¿O me va a decir que no era así? Esos tiempos... Porque
si le llegaban a decir "quetal si hacemos un aeropuerto especial para
aladelta", él ahí de una nomás ya estaba mandando a hacer el cartelón
bien grande pronto, que diga "Aeropuerto Alvear", "único en la zona", y
dale que va, ya está hecho ya.
Pero qué es eso de que la primera capa de cemento de la pista está
húmeda, que el galpón tiene piso de tierra, etc., etc.... Eso es lo
que le iban a decir seguro, porque son así. ¡Ah no! Pero uno que yo sé
ya tenía la excusa para la inauguración, y ahí sí, agarraba un día y
le encajaba asado, locro, empanada, chocolate para la gurisada, y
¡meta chamamé nomás! Porque es del pueblo pué...
Y si te descuidás, esa era la pre-inauguración nomás, porque cuando el
cemento se secó, ¡otra vez! Invitaba algún funcionario, el que raye
mismo porque a veces no le daban mucha bola los graúdos, algún tío
viejo como suelen decir, y se largaba el asado con cuero ya esta
vuelta, locro, empanada, guiso de pollo, vino más bueno, ¡y chamamé y
sapucáy nomás! Punta, taco, punta, taco. ¡Y chaque que ya un pavote
quiso pelar el tramontina viejo errumbrado de él y se quiso hacer del
loco! Encajale unos porrazos nomás que ya se va a calmar y va a
encontrar alguna guaina para que le siga el tranco. Y taco, suela,
punta, suela, taco, y ya se puso más cariñoso pué el bailongo, está
queriendo entrar la tardecita.
Pero eso era inauguración, ¡eso era obra pública y no pavada! No como
ahora, este señor, que parece que hasta que no esté todo prolijito no
quiere decir que está hecho, ¡pero por favor! Si fijate que en su
primer campaña allá por el 2005, hasta una costanera había dicho que
iba a hacer! ¡Pero qué no me voy a acordar! Yo era medio gurisito
todavía pero ya andaba medio que hinchando las bolas guaú con esos
asuntos. Me acuerdo bien, después cuando en la tele, en el programa
del maestro (¡pero patente me acuerdo!) el otro candidato, el hijo del
que te conté, le preguntó, bien perdido la cara de él: "¿Y cómo mismo
es que pensás hacer una costanera?". "Mató punto" diría Cococho ¡Quedó
todo sin asunto tu pollo! Y empezó con que no, que lo que él decía era
para hacer de vuelta un caminito cué, que había antes allá por Los
Plátanos, en la zona del puerto, donde desemboca el callejón más o
menos. Porque antes antes, según, ahí había un caminito que se podía
entrar con el auto y pegar una vuelta con la candidata, y qué se yo.
Pero por las dudas eso ya iba a ser "la costanera"; y sí, total los
del otro lado del Aguapey hicieron una cosa medio así nomás también,
ahora hace poco, y quedó que ni quedó eso, por demás especial para dar
la vuelta del perro que le dicen, ni que sea, pero lindito y todo.
Ahora, volviendo a lo de mi pueblo, de esa parece que nadie se acordó
en esta última campaña que ganó de vuelta este mozo, porque ni nadie
que le fue a reclamar por la dichosa costanera, creo. Pero quién sabe,
por ahí está todavía en los planes, y él no quiere inaugurar hasta que
no se termine todo (o no se empiece).
Qué aparato esta gente che. Pensar que a veces dicen que son todos lo
mismo, todos igualitos. A la legua se nota que ni ahí, nada que ver,
¿no ven que hay algunos que son más lentos para hablar y otros que son
más cabezones...?
Y bueh... ¿Saben qué es lo más lindo de contar todo esto? Que los que
somos del pueblo sabemos qué es lo que es. Porque si viene otro de
otro lado, ni va a saber qué es lo que estamos hablando. Y al final
entonces, podemos decir con todas las letras que Alvear, ¡es más único
que no se qué! Qué lindo que es mi pueblo che... En serio... ¿Más vale
que vos también decís lo mismo, no? Jejeje...!
Gracias por pasar che, hasta la próxima.

21 mayo 2010

Uff, largo tiempo sin un texto. Ocupado che, con ocupaciones. Excusas vanas, perdón...

Hace rato que quería plasmar algo sobre el cumpleaños de mi país, y no me salía nada. Espero que esto que me está saliendo, al menos, no sea tan malo.

Releía hace poco algunas publicaciones anteriores, y me quedé un rato en aquella que escribí luego de la “célebre” carta a la Presidenta (febrero de 2009). Y la miraba, la leía, y decía: “Qué jovencito tan patriota che, casi repugnante” -la palabra “facho” resonaba en mi mente, por su referencia al nacionalismo, pero no era el término exacto me parece-. ¿Por qué? ¿Cambié yo en este año y pico? Y... Obviamente, como todos, como todo. Pero no dejé de ser menos patriota, creo, quizás soy más prudente en mi efusividad; más pudoroso. Y me avergüenzo de eso, de no sentirme parte de “todos”, sí de “algo”, pero no de quienes lo conforman. Es un poco egocéntrico quizás mi parecer, porque al fin y al cabo se podría decir que me quejo porque no son como yo. Pero es que me contaron que antes sí eran más los parecidos a mí, así lo quise entender al menos.

En ocasión del 199 aniversario de la gesta de Mayo, recuerdo que en los anuncios de los preparativos para el Bicentenario, Canal 7, la Televisión Pública, invitaba a los ciudadanos a usar la escarapela nacional desde ese aniversario y hasta el 31 de diciembre del 2010, como símbolo de la fiesta que se venía (que transcurrimos). Me encantó la propuesta, me enamoró realmente, y decidí ponerla en práctica. “¡Oh pequeño nacionalista que osas esbozar en tu pecho vuestra devoción al terruño natal! ¿Por qué lo haces?”, sentía que me indagaban las miradas. Bueno, convengamos que soy un poco perseguido también. Pero lo cierto es que no vi a nadie más usar la escarapela, al menos a causa de ese motivo por el cual yo la usaba. ¿Quizás porque el llamamiento lo había hecho el “gobierno”? Dios mío. Pero aparte, ni siquiera a funcionarios, oficialistas u opositores, ni a los medios –funcionarios sociales al fin-, los vi con las cintitas adornando sus vestimentas. O al menos si hubo unos pocos, no los percibí.

En fin, fue algo dificultoso acostumbrarme a ponerme la escarapela todos los días, a no dejarla en la otra remera, campera o buzo, pero con el tiempo me acostumbré. Y cada vez que me preguntaban: “¿Por qué llevás la escarapela?”; yo les respondía: “por el bicentenario”, e introducía una breve explicación de la propuesta a la que me había afiliado, de llevarla hasta la víspera del 2011. Hace poco más de un mes perdí mi escarapela, no se adónde quedó o adónde se me cayó, no la encontré. Era un pin, celeste y blanco, muy original y práctico a la vez. Y no me invadió la desesperación de ponérmela a la mañana temprano, y a decir verdad, la busqué poco; no sé por qué. Luego me compré una de cinta, redondita, y al final la usé poco en ese tiempo, hasta que el 18 (comienzo de la semana de mayo), sentí otra vez la necesidad de usarla. Sin embargo, ese día temprano también me había olvidado de ponérmela, por lo que, cuando llegué a la facultad, me serví de una de las que repartía el Centro de Estudiantes. Y mis compañeros también hicieron lo mismo, y sacaron varias, y uno hasta me dijo “soy más patriota que vos porque tengo más escarapelas”; y un frío gélido me recorrió la columna. Era un juego; celeste y blanco, un juego.

Todo esto me lleva a hacerme una serie de preguntas, como por ejemplo, ¿cuándo dejamos de importarnos por lo que somos? ¿Por qué ya no le damos bolilla a nuestros símbolos? Si no fuera por las publicidades de la temporada mundialista, ¿se podría decir que al argentino le gusta ser argentino? ¿Es tan estúpido decir que me gusta mi país? Decirlo todos los días, ser repetitivo, porque al fin y al cabo este país es lo que nos une, lo que nos identifica, nos cobija, permite que nos abracemos y nos digamos “hermanos”, no sólo entre nosotros, con nuestros países hermanos también, con Latinoamérica con quien queremos creer que compartimos un rebrote de fraternidad. “Ah no, pero a lo que tenemos que apuntar es a la Patria grande, como la que querían nuestros próceres, sin fronteras, etc...”. Sí, buenos argumentos, ciertos. Pero, ¿Por qué somos capaces de ser tan fans de un equipo de fútbol, de una banda de rock, de un ¡ícono sexual!, y al mismo tiempo decir que este país es una mierda, que no da para más, que está reventado, que hay que irse porque el futuro está afuera? No son todos, pero a muchos que lo dicen le dan cámara y muchas veces asentimos con la cabeza. O lo que es aún igual de perjudicial, decir que queremos un país inclusivo, participativo, justo, ¡pero excluir a los que no nos gustan o no piensan como nosotros! Enemigos del bien común, defensores de los beneficios de unos pocos, oligarcas, fachistoides, ultraderechistas, reaccionarios, ultraizquierdistas, de izquierda revolucionaria, comunistas, ¡milicos!, ¡peronchos! ¡gorilas! ¡montoneros!... Parece que todo eso somos –y me quedo corto- pero, digo ¿Y los argentinos? ¿Quiénes somos? Y... ¡todos! Sí, pero ¿y los patriotas? Y... por ahí andan. Después también hay unos boludos que usan escarapela fuera de temporada, pero no les hagas caso...

Hace poco encontré en la casa de mi abuela unos diarios viejos, reliquias. Fechados en Posadas en 1933, son ejemplares de El Territorio, del por entonces territorio nacional de Misiones. Y en uno de ellos había la publicidad de una librería de la época -muy importante se ve- que anunciaba con la mejor retórica publicitaria de esos tiempos, que contaba con banderas de variados países para los festejos del 25 de mayo. ¡Banderas de otros países para festejar la fiesta patria! Misiones, sabrán, es prácticamente tierra de inmigrantes, y estos, festejaban la Revolución que dio origen a es país de las oportunidades, el que les salvó de la hambruna y la indigencia, recordando también sus países natales; sabían de donde venían, pero tenían la firme convicción de defender lo que ahora les tocaba ser, y criando ya seguramente a sus hijos nacidos acá. Qué grata sorpresa me llevé al descubrir que los argentinos por opción eran así tan, tan argentinos en esos tiempos.

¿Cuántas veces se cumplen 200 años? Sí, ya sé, recontra archi conocida y obvia la pregunta... Permítanme reformular la cuestión, ¿Cuánto creen que dura festejar 200 años? Un refucilo en el cielo de la historia. Entonces me permito hacer otra pregunta ¿Qué tienen pensado hacer el día del Bicentenario? Bueno, supongamos que hay planes –creo que la mayoría tiene planes, y no todos relacionados precisamente con el fin de semana largo-, pero ¿y después de la fiesta?, el día 26 de mayo... ¿Seguirá existiendo la Patria? O tendremos que esperar hasta el 25 de mayo de 2011 para ir otra vez a chupar frío a la plaza, soportar el himno aburrido que lo cantamos como un ateo rezando el Padre Nuestro, escuchar el discurso vacío del funcionario de turno y, eso sí, tomar un buen chocolate caliente con unos ricos pastelitos, bien de Mayo. Perdón, me estaba olvidando, junio aún será un apéndice de patriotismo (el mundial). Espero no errar al creer que junio será un apéndice y no que mayo será una vigilia.

Qué pesada esa palabrita... “Patria”. ¿Tan mal suena? ¿Tanta vergüenza causa? Al igual que nuestros símbolos... ¿Por qué no se canta casi Aurora en el izamiento de la bandera de todas las escuelas? Y cuando me refiero a “no cantan”, quiero decir que no mueven los labios, no hacen el mínimo esfuerzo. Bueno, si Aurora no, pongamos otra, como Salve Argentina, que es quizás la más bella canción a la Bandera que se haya escrito. A mi un maestro en la primaria me enseñó que cuando uno ve que se está izando la bandera, hay que pararse firme –aunque estemos en el medio de la calle- y demostrar solemne respeto a nuestra insignia. Qué caos de tránsito, ¿no?. Con el apuro que todos tenemos encima. No se le puede obligar a alguien a querer a su patria, pero se le puede enseñar, intentar al menos. ¿Cuándo fue que le perdimos el interés –por no decir el respeto- por nuestros emblemas? ¿Quizás fueron los del gobierno militar que nos los robaron engañándonos? ¿O la hegemonía del capitalismo y la globalización que impuso el Pop como ritmo dominante y el verde Dólar como color favorito?.

Tenemos el bicentenario que nos merecemos, oí decir por allí. ¿Yo me lo merezco? Qué soberbio preguntármelo. ¿Nos lo merecemos entonces? Es que creo que no, que no tenemos por qué merecérnoslo así, no tenemos por qué ser tan maleducados como para despreciar groseramente el origen de nuestra libertad, de nuestra autodeterminación, del derecho de acertar y de equivocarnos y de escribir nuestros propios manuales de historia. No se por qué tendríamos que merecer sentirnos disgustados por honrar a nuestros próceres, a nuestros padres, nuestros antepasados, a los que nos precedieron y nos dejaron esto, que no será lo más bonito del mundo –y eso dejemos que lo piense el resto del mundo-, pero es nuestro. Es nuestro pedacito de tierra en el que edificamos con nuestras propias manos nuestros valores, nuestra cultura, nuestra vida. No seamos desagradecidos, uno no elige donde nacer, uno tiene el privilegio, y eso conlleva derechos y deberes, indefectiblemente.

Qué cantidad de cosas lindas nos pasaron en estos 200 años, ¿no? Sí, pero cosas feas, muchísimas. Y siempre estas últimas tienen más tapa en los medios, que son el “primer borrador de la historia” hube leído en algún lado. ¿Tenemos motivos para sentirnos orgullosos de estos 200 años? ¿Del centenario por ejemplo? Bueno, las desigualdades sociales, la falta de libertades, la injusticia, el poder en manos de unos pocos, y todo eso que imperaba allá en ese lejano 1910. Sí, ya lo sabemos. Y para este Bicentenario, ¿cambiaron las cosas? ¡Puf! Un montón... Pero, oh casualidad, siguen habiendo muchos de los mismos males; mejor o peor atendidos, no dejan de ser males a erradicar. La vida siempre nos da nuevas oportunidades, no las dejemos pasar, no les carguemos más las mochilas a nuestros sucesores. Patear la piedra no es sólo retrasar el problema, es fundamentalmente retrasar la solución, más allá de que los problemas empeoran. Hoy tenemos las herramientas, los valores, las oportunidades de cambiar la historia, de dirigirnos al Tricentenario como un pueblo unido, fraterno, solidario y pujante, haciendo valer toda esa idea de progreso que caracterizó al primer centenario. ¿Tenemos las ganas para hacer todo lo que hay que hacer? Mmm... Ahí está el quid de la cuestión me parece. Esa falta de interés, esa pereza muchas veces disfrazada de falta de tiempo, falta de capacidad o de organización. “Vivamos el ahora, mañana quién sabe si seguiremos vivos”. ¿Y si seguimos vivos?

¿Qué nos queda por hacer entonces? ¿Por donde empezar? ¡Discutámoslo! Expongamos tesis, antítesis, y saquemos síntesis. Convenzamos con nuestros mejores argumentos al otro, y dejémonos convencer también porque nadie es dueño de la verdad absoluta, las verdades son colectivas, no surgen de la nada o de nadie, se construyen entre todos. Reaprendamos a hablar y a callar para escuchar, pero fundamentalmente aprendamos a comprender, intentemos comprender al menos, lo que nos decimos entre todos.

Cuestiones como el hambre, la indigencia, el desempleo y la pobreza, en un país preparado para alimentar a todo un continente. ¿Cómo pueden ser? “Quitémosle a los que tienen”. ¡No! Démosle a los que no tienen. Tenemos una Patagonia riquísima, con un suelo donde también se pueden producir todo tipo de productos, donde hay posibilidades no sólo de subsistir, sino también de crecer –sino fíjense los chilenos, los noruegos, los canadienses, con climas extremos también-; el frío no es excusa, sino recuerden a los primeros colonos que allí se asentaron o a los que poblaron el Chaco, Formosa, Misiones, Santiago y Santa Fe, que lucharon con cuanta enfermedad y contratiempo tropical les apareció, y a pesar de que lo siguen haciendo, viven, y pueden vivir mejor todavía. La Puna, los Andes, las sierras, la Mesopotamia y los bosques también existen y son buenos. Dejemos de pensar que sólo las pampas nos pueden mantener. No todo está en el centro y al este. Hagamos honor a nuestra constitución “republicana y federal”, planifiquemos a futuro; descentralicemos y distribuyamos. ¿Por qué en un país federal le mandamos todo al Estado y éste reparte lo que le sobra? ¿No es exactamente al revés el concepto de federalismo? Satisfacemos nuestras necesidades y ponemos en común lo que nos sobra. Por supuesto que no es así tan simple, pero provincias como las del noroeste tienen que recibir proporcionalmente lo que reciben las del centro, que son mucho más ricas ¡Y para recibir un poco más tienen que mendigar! Eso es unitarismo y autoritarismo de un poder central que ignora muchísimas veces la realidad del interior. Y no me refiero sólo al gobierno –ni mucho menos a este gobierno particularmente-, los medios masivos como industrias culturales también tienen mucho que ver. ¡Los únicos 5 canales de aire están en Buenos Aires! ¡Los 5 canales de noticias también! Y cuando nos enteramos que hay hambre y pobreza o algún hecho inusitado que sucede en alguna provincia del interior –ni hablar si son las de frontera-, los informes muestran esas zonas del país como si fueran otro país, partes de una cultura incompatible con la dominante (el yeísmo por ejemplo). ¿Tendremos algún día canales de Aire con alcance nacional en Córdoba, Tucumán, Neuquén, Corrientes o Comodoro Rivadavia? ¿Podrá el porteño enterarse del estado del tránsito en la avenida circunvalación de San Juan, o en la costanera de Rosario? Porque recordemos que los que “nos informan” –al interior- también son víctimas de la desinformación.

¿Podemos proponernos dejar de lado la trampa de ganar elecciones haciendo campaña en un 10% del territorio nacional? Gobernante al que se le ocurra cambiar esto, ¿lo hará más allá del descenso de popularidad en la metrópoli? ¿Reubicaremos algún día a toda esa pobre gente que se va hipnotizada por las luces de la gran ciudad y termina viviendo en los basureros de la misma? No es necesario separarse de la gran ciudad y de “la provincia”, la justicia no tiene por qué implicar castigo, sedición, guerra civil, -Dios nos libre-. Creemos conciencia, de que esta tendencia “bicentenaria” puede cambiarse por algo mejor y más parejo.

¿Qué ritmo nacional escuchamos hoy en los boliches? ¿La cumbia, el reggaeton, el rock? No nos tiene que gustar sí o sí el folklore a todos, pero ¿Pensaron alguna vez qué difusión tienen los géneros argentinos en otros lugares del mundo? No sólo el Tango, que hasta en los entretiempos de los partidos de “Fútbol para Todos” se lo representa en los spots del gobierno como la música representativa del país. ¡Qué envidia me da a veces mirar la TV brasileña por ejemplo y ver tanta pluralidad geográfica puesta en escena. Cómo alimenta el alma del provinciano ver un pedazo de su lugarcito y poder mostrárselo a los otros.

Y yendo a otras ramas de la cultura, ¿los dibujos animados? ¿las películas? ¿las series? ¿Cuáles son, por lo menos, argentinas? Una muy pequeña porción de la cual prácticamente toda es producida en la Capital Federal –recuerdo a los Peques como excepción en este momento-. Entonces nuestros hijos se crían aprendiendo a hablar como en México y Venezuela (donde se traducen los contenidos), y mientras en la escuela la maestra se esfuerza por enseñarles que San Martín cruzó los Andes, la tele en un muy entretenido programa extranjero les enseña que George Washington luchó por la independencia y que la guerra civil fue a causa de la esclavitud. Tienen una mínima noción de qué es la Nasa aún estando en el Jardín de infantes, pero del Conicet se enteran, con suerte, en la secundaria. Habría que colgar un gigantesco cartel en la línea del Ecuador que diga: “¡Cuidado! Mundo en globalización”.

Yo tiro algunas propuestas, tiren ustedes las suyas al viento también, pero no a cualquier viento, tírenlas a un remolino, para que no se vayan tan fácil y queden dando vueltas hasta que se solucionen. Ojo, no dejo de reconocer que estas propuestas están profundamente contaminadas por mis ideales, no son para nada objetivas –y no es necesario que lo sean como para considerarse tratables-. Yo apelo a la reflexión, es mi intención bien intencionada, nada de inocencias. Y me encantaría que todos también podamos decir y dar a conocer nuestras propuestas, y poder discutirlas, mejorarlas, y descartarlas si se considera apropiado, pero por sobre todo lo que más me encantaría, es que las resultantes, se lleven a la práctica, y que sean para el bien de todos. Dijo una vez Eduardo Galeano (escritor uruguayo): “la utopía está en el horizonte. Caminamos dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá ¿Entonces, para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”. Yo le agregaría, para reforzar lo que vengo diciendo, que cada paso que damos, deja una huella. ¿De qué tamaño son nuestras huellas? Cabe preguntarse.

Un manifiesto nacionalista me resultó. ¿Nacionalista como Hitler, como Mussolini, como Fidel Castro o como George Bush? No, no es esa la intención; nacionalista como San Martín, Moreno, Belgrano. Y como Saavedra también, como Castelli y Liniers, como Juan José Paso y Carlos María de Alvear. Aquellos que fueron nacionalistas cuando todavía ni siquiera éramos Nación, y los que no lo fueron, porque recordemos que en aquellos tiempos todos eran patriotas pero no argentinos, sino hispanoamericanos meramente aun. Son aquellos que bien o mal, nos precedieron, y que con su indispensable presencia, a su modo, nos trillaron el camino que hoy recorremos sin más reparos en nuestro cómodo auto, atendiendo al equipo de música y al aire acondicionado quizás, sin mirar afuera, total, a mi no me gusta manejar, que siga el piloto automático.

Y quiero terminar con una frase de Belgrano, que, cuando la dijo en su lecho de muerte, le había impreso un significado triste, desalentador. Sin embargo hoy yo le quiero dar el significado que le daría un padre o una madre cuando se refiere a su hijo adolescente, que sufre, que padece, pero porque está pasando por una etapa de anarquía, de confusión, de crisis y caos, absolutamente necesaria para crecer y alcanzar la madurez. Belgrano dijo, hace 190 años casi: “¡Pobre Patria mía!”

Feliz Bicentenario de la Patria para todos, hasta la próxima…


© 2010 DIEGO PETRUSZYNSKI

15 marzo 2010

Yo, argentino.
Y todo está mal. ¿Todo está mal?
Los niños no tienen valores; los adultos con sus ejemplos. Los medios,
las instituciones. La gente.
Robos, asaltos, estafas, traiciones, abusos.
Falta de respeto, violencia, mezquindad, indiferencia, pedantería.
Hambre, indigencia, incomprensión, prepotencia, sometimiento.
Oportunidades, perspectivas, ideas, proyectos, sueños, ánimos;
futuros: coartados.
¿Por qué? ¿Por quién? ¿No serás vos, o seré yo? ¿Serán ellos?
¿Qué es más importante? ¿Lo inmediato o lo trascendente? ¿Lo que pasa,
lo que pasó? ¿Y lo que pasará?
¿Quién tiene la culpa? ¿La familia? ¿La escuela? ¿La clase media? ¿La sociedad?
Generalmente, cuando no se sabe con certeza quién tiene la culpa, la
culpa es del Estado, ¿no?
¿Quién es el Estado Argentino? ¿El gobierno?
No este gobierno, ni el que pasó, ni el que vendrá; sí todos los
gobiernos: éste, el que pasó y el que vendrá.
¡Qué malos gobiernos! Argentinos.
Tenemos que decir todo lo que pasa. ¿O tenemos que escuchar?
¿Quién tiene la culpa? ¿Los argentinos? ¿Y qué hacemos al respecto?
200 años, hicimos tanto ya. ¿Nada sirve? La pregunta.
¿Y si hacemos algo más? Pero de verdad, por amor a la vida.
La vida que no es sólo la buena vida.
Que es trabajar, dar trabajo, hacer trabajar. Curar, curarse, hacer
curar. Educar, educarse, hacer educar.
Con eso ya se vive, y se vive bien.
Si no se tiene qué comer, si se está enfermo, si se es ignorante, ¿se vive?
Tenemos que observar todo lo que pasa. ¿O tenemos que movernos?
¿Te enojó? ¿Te dieron ganas de hacer algo? ¿Se te fueron las ganas?
¿Por qué esperar a que alguien más empiece? ¿Y si empezamos todos ya?
Yo, argentino. ¿Vos?

Comunicación Social – UNNE.

06 febrero 2010

Les invito a pasar por acá http://www.alvearnoticias.com.ar/?ID=747 donde van a encontrar un artículo de mi autoría sobre un ilustre pariente mío.

Aprovecho también al director de este sitio por publicar mi nota.

Telecom: te sigo esperando...

© 2010 DIEGO PETRUSZYNSKI

27 enero 2010

¿Ya se enteraron de las buenas nuevas? Bueno, quizás no tan nuevas, pero sí muy buenas. Es que nuestra ciudad tiene unos sitios web del más alto nivel!

Así es, ahora desde cualquier rincón del planeta ningún alvearense con conexión a internet podrá sentirse solo o "desconectado".

Los emprendimientos de los que les hablo son http://www.ciudadalvear.com.ar (de carácter privado llevado adelante por José Piedrafita, un alvearense por opción y adopción), y la segunda es http://www.alvearnoticias.com.ar (desarrollada por un alvearense en el exilio, Esteban Seleme, y actualizada por el concejal Juan Carlos Riquelme).

A primera instancia, a pesar de algunos detalles de ortografía y gramática, ambas son empresas de alto nivel, a la altura de las necesidades y expectativas de los ciudadanos, tanto los residentes como los que militan su amor al terruño natal diseminados por cuanta extensión de la Patria exista. Se suele decir que en cada pueblo de nuestro país al que se llega, si no hay algún alvearense residiendo, seguramente alguno ya lo hizo, o al menos hay referencia de un amigo, pariente o conocido de algún compoblano nuestro. Es decir, si no es gol, pega en el palo...

Realmente me llena de emoción comprobar que hay vecinos que se aventuraron por fin a la difusión seria y profesional de nuestra ciudad en el Ciberespacio. Aunque también esto me lleva a recordar el trunco proyecto de la web municipal, cuyo dominio aún en actividad es http://www.alvear.gov.ar y que, lamentablemente, no cuenta con más que con una animación del escudo oficial rotando. Quizás con el ímpetu expuesto por estas dos nuevas webs, la Municipalidad se entusiasme para reflotar su sitio, lo cual añadiría un detalle más de prestigio a nuestra imagen en la red.

Especialmente quiero destacar el espíritu emprendedor de los encargados de estos sitios, que remando muchas veces contra la espesa corriente del conformismo o el desánimo que, aunque indirecta y discretamente, muchas veces se siente pesar sobre nuestra sociedad, llevan adelante sus responsabilidad con gran compromiso y calidad. Me agrada pensar que acá no hablamos de ánimos de lucro, no hablamos de expectativas por un reconocimiento personal, ni mucho menos de difamaciones o algo por el estilo. Estos emprendimientos reflejan, a mi entender, las ansias de progreso que se están despavilando en nuestra comunidad.

Alvear tiene un gran libro dorado con largos kilómetros de páginas en blanco, en el cual su historia no la escriben ni los gobiernos, ni los correntinos, ni los argentinos, sino que la pluma está en manos de los propios alvearenses, estamos creando nuestra historia. No hay nadie más que nosotors con el deber y la oportunidad de hacer día a día más grande nuestro solar amado.

¿Por qué les hablo de esto como parte del progreso alvearense? Porque con solo hechar un vistazo a lo que nos viene sucediendo en estos últimos años, avances, en multiples ámbitos, cambios y mejoras, veremos que nuestro pueblo "está viviendo tiempos interesantes", como oí decir a un filósofo en la tele. Obviamente que todo esto también deja amplias lagunas, que quizás por no prevenir, no imaginar o no saber manejar o escuchar, se van formando a la vista de todos. Es, asimismo, resposabilidad de todos no hacerlas sólo notar, sino que también colaborar, previniendo, imaginando y fundamentalmente participando en las acciones que nos involucran a todos, y no eludirlas para deshacerse así de la responsabilidad que conllevaría un eventual fracaso. También se aplica a quienes aspiran a intentar y decidir en solitario, para evitar compartir los laureles. Todo eso no solo es cobardía y bajeza, sino que es actitud propia de los canallas. Y además, todo este proceso creo que está muy pronto a encontrar su mejor momento, pues, quizás algunos aún no se han percatado, pero estamos a poco más de tres años para celebrar los 150 febreros del nacimiento de nuestra comunidad, momento ideal para renovar nuestros votos de compromiso para con ella, es decir, para con nosotros mismos.

Un gran futuro le deseo a estos sitios y también a los que vendrán, como uno del que me enteré su inminente salida, cuyo título al parecer será alvear.net, y más tarde merecerá mi atención. Y como frutilla del postre, les dejo http://www.fmaguapey.blogspot.com la primer radio alvearense en transmitir en vivo via internet, y con las mejores imágenes de la movida local.

La única condición que les exijo, si me lo permiten, a toda la comunidad, es que sin diferenciación entre oficialistas u opositores, jóvenes o viejos, crotos o chetos, pujemos todos para el mismo lado, el lado de Alvear. Es decir, atendamos la opinión del vecino con prudencia y sin negación absoluta, aprendamos a aprender, criticar y escuchar de forma constructiva y no destructiva, sin envidias, rencores, o subestimando el orígen.

Un abrazo a todos, gracias por pasar.



BlackBerry® de Personal, tu mundo en tus manos.

21 enero 2010

Señores gobernantes nacionales:

Muy a mi pesar, tengo que decirles que debo coincidir con una de sus decisiones, en este caso la llevada a cabo contra la empresa Telecom.

Digo muy a mi pesar, básicamente por dos motivos: el primero, que pese a reconocer muy buenas medidas tomadas o al menos ideadas a lo largo de esta sucesión matrimonial de mandatos, sinceramente, me invade un destello de vergüenza al afirmar que los apoyo en algo; en segundo lugar, a pesar nuevamente de que considero turbios los motivos por los cuales se ensañan con esta empresa, lo que hoy me moviliza es el rencor, el odio, y la sed de venganza. Es decir, me han colonizado con sus formas, al igual que a toda la nación; su plan sistemático de desmembramiento social realmente surge efecto.

¿Por qué digo que me moviliza el rencor y la venganza? Porque esta susodicha multinacional, que con el precepto estatal noventista de defender la competencia, tiene asignada monopólicamente la región norte del país, me ha desafectado de sus servicios de telefonía e Internet (Arnet Banda-Ancha) desde el día 2 de diciembre de 2009, y no ha hecho absolutamente nada por resarcir mi situación. Esto sin hablar del pésimo servicio que presta su subsidiaria de telefonía móvil, Personal, que por el más mínimo desperfecto eléctrico (el caso DPEC es tema para otro artículo), interfiere periodicamente en la irradiacion su señal, dejando a todos sus usuarios en el más absoluto abandono, o sino en la extorsión de los precios de roaming internacional, ya que casi inmediatamente el aparato móvil se conecta a través de servidores de señal brasileños (ya que estamos en frontera) lo cual representa un amargo dolor de bolsillo a la hora de hacer uso de sus funciones.

Movistar, como todos sabemos la compañía de telefonía móvil de Telefónica, puede usar indistintamente su señal como la de Personal. No así esta última, que sólo capta su propia señal. Ahora, ¿hay ser humano que le haga entender esto a los operadores de Atención al Cliente de esta empresa? Porque según ellos, y no descreo, Personal tendría que poder ocupar la señal de Movistar indistintamente, pero quien sabe por qué fechoría de la lógica comunicacional, en mi pueblo, no es así. O sea, cuando Movistar interrumpe su servicio (cosa inusual, pero que puede suceder) emplea con toda tranquilidad la señal de la otra prestadora, mientras que cuando Personal interrumpe su servicio (cosa de casi todos los días), hay que conformarse con TIM Brasil, o "Solo emergencia".

Hace alrededor de 5 años se jubiló el último técnico que operaba en la central de teléfonos de mi pueblo. Por consiguiente, todo trámite de reparación, revisión, instalación, etc., de líneas, debe esperar prudentemente la llegada del técnico enviado generalmente de Paso de los Libres u otra urbe cercana.

En Alvear, mi ciudad, si no me equivoco desde 1987, comenzó a funcionar el telediscado automático, producto de la gestión de una cooperativa local. Todos los números comenzaban con 70- y tres números más, y la característica de la zona era 0772. A partir de 1999 con toda la reforma en materia telefónica, los 8 dígitos de un número telefónico pasaron a ser 10, un 3 más en la característica, y otro dígito en el número propiamente dicho (generalmente un 4), es decir, pasamos a ser 03772 470- etc… La Cruz, por ejemplo, es 03772 491-… y en Paso de los Libres hay 421- 422- 423-, etc…

¿Qué paso el año pasado en Alvear? Pasamos a tener, además, 471-!!! Quizás para la mayoría sea una estupidez, pero para mí, un romántico del patriotismo y el progreso, es un avance sumamente significativo! Más aún por el hecho de que La Cruz no tiene 492-. (que le voy a hacer… me puede!)

Esta vilipendiada compañía, dueña absoluta del mercado en todo el norte argentino, hoy en día, al menos en mi pueblo, su servicio se ha deteriorado sistemáticamente, más que nada en cuanto al mantenimiento y soporte. ¿Tan poco rentables somos? Y si lo fueramos, ¿Quién se encarga de regular que se presten todos los "servicios básicos" del siglo XXI? Me refiero al interior, porque como todos sabemos, Buenos Aires es otra cosa (defensa al consumidor está en todos lados, ¿pero atiende en...?).

Por ejemplo, cuando sucedieron aquellos fatídicos cuatro días consecutivos sin energía eléctrica, allá por enero del 2007 (¿otra vez la DPEC? Déjà vu…), al cuarto día precisamente, el pueblo se despertó sin tono. Las baterías de auxilio que proporcionaban la energía a la central de teléfonos, se agotó. Recuerdo inclusive que ese día a la mañana, un viernes, a nosotros nos tocaron dos horas de luz por primera vez, ya que la estaban distribuyendo por sectores. Entonces prendo mi PC, mi antigua Pentium MMX, para conectarme a Internet vía Dial-Up (lujo de unos pocos por esos tiempos) para enviar fotos del piquete en el acceso al pueblo por Ruta Nac. 14 a los "medios" de la capital, no pude hacerlo; no había línea. Bueno, dentro de todo es perdonable, era un hecho que escapaba a sus responsabilidades, sin embargo pudieron haber, por ejemplo, traído un generador para prevenir esa situación. ¿Pueden imaginarse en plena era digital, un pueblo de casi 10.000 habitantes sin luz, teléfono, celular? Gracias a Dios el agua depende de nosotros mismos, lo que la mantiene aún al servicio como el mejor en su rubro en la provincia. No quiero ni pensar cómo se desarrollaría una situacion similar en Caballito, Flores o Belgrano, o en Morón, San Justo o Avellaneda; el mundo viéndolo por TV y la presidente refiriendose al tema.

En Alvear se ofrecen servicios de Banda-Ancha de 1 y 3 megas, obviamente, sólo Arnet. ¿Desde cuando tenemos esta prestación? Bueno, Dial-Up desde el 2004, servicio que se saturó practicamente por completo ya cerca del 2007; la velocidad de conexión era insostenible. Hasta que, una chispa de esperanza se vislumbró en el pueblo, bah, una chispa, de un poco más que esperanza, calórica también, pues un grupo de "vándalos" presuntamente adolescentes y oportunamente "anónimos", ingreso a la Central de Telecom, en calle Hermanos Gomes entre 9 de Julio y Belgrano, y encendieron los equipos... Los encendieron con fósforos o encendedores, me refiero. El tema es que los equipos quedaron inutilizados, y ante la situación, la compañía debió sustituirlos por unos nuevos, los cuales brindaron la capacidad técnica de ofrecer la tan ansiada Banda-Ancha.

Mientras algunos tecnópatas fantaseaban con erigir un monumento al "vándalo desconocido" (me incluyo entre los partidarios), otros más paranóicos sospechaban con la posibilidad de que la misma empresa había creado el circo del acto delictivo para justificar la modernización de la Central. De todos modos, con lo que el avance significó, con las nuevas oportunidades que surgieron, creo que todos coincidimos en que el fin había justificado los medios, es decir, si no hubiera sucedido así, si es que realmente sucedió así, quien sabe cuando estariamos conectados dignamente a la red de redes. Es decir, es un logro a medias, así lo considero yo al menos. Esto ocurrió allá por septiembre u octubre del 2008, no recuerdo exactamente.

Para ir cerrando este ovillo de redundantes argumentos contra la Multinacional Italiana, les cuento que el día 2 de diciembre del año pasado, una tormenta de vientos realmente fuertes, a los que algunos le atribuyeron la categoría de tornado, hizo algunos graves desastres en mi pueblo.


En plena media mañana, a eso de las 9:30 AM, sorprendió a la rutina citadina este fenómeno climatológico que, entre otros daños, se llevó el techo de la dirección de la Escuela Nº 123, unos cuantos eucalyptus en la Escuela Agrotécnica, el portón de chapa de la principal ferretería por calle Belgrano, algunos techos de casas particulares, y otros tantos postes y cableado de las líneas de luz (basta che, no viene al caso), de TV por cable y de… Teléfono. Sin mencionar el "susto", por supuesto. Desde esa fecha aún permanece un poste maestro de Telecom, de más de 5 metros, inclinado en la plazoleta Isaco Abitbol sobre la vereda de la calle Hermanos Gomes, el cual fue apuntalado por un vecino mientras ocurría la caída, en medio de la tormenta. La estructura maderera, se descogolló precisamente en la base, intersección con el suelo, lo que en agronomía se llamaría Damping-off (no se si estará del todo correcta la aplicación de este término, pero es que me recuerda mucho a mi escuela). Desde ese momento, un buen porcentaje de usuarios ha caído en la desgracia de la incomunicación. En el caso de mi familia, como seguramente en el de muchos otros, acarrea serios perjuicios económicos, ya que el teléfono es esencial para el uso laboral. Sin embargo, y a causa de que los últimos tres meses del pasado año fueron significativamente tormentosos (climáticamente hablando), he oído de usuarios que no cuentan con el servicio desde el día 19 de noviembre, y algunos quizás desde antes.

Así es entonces, como de una forma o de otra, la sucesión de hechos y el acumulamiento de rencores, me han llevado a ponerme de acuerdo en algo con este gobierno, maldita sea. Y gracias a su dedicada campaña de confrontamiento, su pedagógica incitación a la diferenciación de "clases", de ideologías y de amores, me he contaminado con la bronca, el odio y la "necesidad" de resarcimiento moral, por la desdichada situación de precariedad comunicacional que sufrimos los usuarios de este nefasto grupo económico que nos ata a sus gustos y placeres, al generarnos necesidades imposibles de sustituir o complacer, para con productos que hasta hace unos años no sabíamos que necesitabamos. Que asco, ya me parezco a un ave negra… Es que los malos sentimientos siempre son buenos abonos para los textos profundos.

Ahora, no quisiera pensar que producto de su "persecución" para con estos pobrecitos ejecutivos, técnicos y sobre todo operadores de atención a clientes, los mismos se encuentren desilucionados, se sientan desprotegidos por esta patria, y desanimados para ejecutar sus tareas, entre otras por ejemplo, arreglar mi línea. Mmm... Veremos que sucede...

Hasta el próximo, gracias por la compañía…

PD: Esto lo escribí y publiqué desde mi celular. Sólo para recordarles, no tengo Internet, ¿ya les conté eso?

BlackBerry® de Personal, tu mundo en tus manos.

Seguidores