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27 enero 2010

¿Ya se enteraron de las buenas nuevas? Bueno, quizás no tan nuevas, pero sí muy buenas. Es que nuestra ciudad tiene unos sitios web del más alto nivel!

Así es, ahora desde cualquier rincón del planeta ningún alvearense con conexión a internet podrá sentirse solo o "desconectado".

Los emprendimientos de los que les hablo son http://www.ciudadalvear.com.ar (de carácter privado llevado adelante por José Piedrafita, un alvearense por opción y adopción), y la segunda es http://www.alvearnoticias.com.ar (desarrollada por un alvearense en el exilio, Esteban Seleme, y actualizada por el concejal Juan Carlos Riquelme).

A primera instancia, a pesar de algunos detalles de ortografía y gramática, ambas son empresas de alto nivel, a la altura de las necesidades y expectativas de los ciudadanos, tanto los residentes como los que militan su amor al terruño natal diseminados por cuanta extensión de la Patria exista. Se suele decir que en cada pueblo de nuestro país al que se llega, si no hay algún alvearense residiendo, seguramente alguno ya lo hizo, o al menos hay referencia de un amigo, pariente o conocido de algún compoblano nuestro. Es decir, si no es gol, pega en el palo...

Realmente me llena de emoción comprobar que hay vecinos que se aventuraron por fin a la difusión seria y profesional de nuestra ciudad en el Ciberespacio. Aunque también esto me lleva a recordar el trunco proyecto de la web municipal, cuyo dominio aún en actividad es http://www.alvear.gov.ar y que, lamentablemente, no cuenta con más que con una animación del escudo oficial rotando. Quizás con el ímpetu expuesto por estas dos nuevas webs, la Municipalidad se entusiasme para reflotar su sitio, lo cual añadiría un detalle más de prestigio a nuestra imagen en la red.

Especialmente quiero destacar el espíritu emprendedor de los encargados de estos sitios, que remando muchas veces contra la espesa corriente del conformismo o el desánimo que, aunque indirecta y discretamente, muchas veces se siente pesar sobre nuestra sociedad, llevan adelante sus responsabilidad con gran compromiso y calidad. Me agrada pensar que acá no hablamos de ánimos de lucro, no hablamos de expectativas por un reconocimiento personal, ni mucho menos de difamaciones o algo por el estilo. Estos emprendimientos reflejan, a mi entender, las ansias de progreso que se están despavilando en nuestra comunidad.

Alvear tiene un gran libro dorado con largos kilómetros de páginas en blanco, en el cual su historia no la escriben ni los gobiernos, ni los correntinos, ni los argentinos, sino que la pluma está en manos de los propios alvearenses, estamos creando nuestra historia. No hay nadie más que nosotors con el deber y la oportunidad de hacer día a día más grande nuestro solar amado.

¿Por qué les hablo de esto como parte del progreso alvearense? Porque con solo hechar un vistazo a lo que nos viene sucediendo en estos últimos años, avances, en multiples ámbitos, cambios y mejoras, veremos que nuestro pueblo "está viviendo tiempos interesantes", como oí decir a un filósofo en la tele. Obviamente que todo esto también deja amplias lagunas, que quizás por no prevenir, no imaginar o no saber manejar o escuchar, se van formando a la vista de todos. Es, asimismo, resposabilidad de todos no hacerlas sólo notar, sino que también colaborar, previniendo, imaginando y fundamentalmente participando en las acciones que nos involucran a todos, y no eludirlas para deshacerse así de la responsabilidad que conllevaría un eventual fracaso. También se aplica a quienes aspiran a intentar y decidir en solitario, para evitar compartir los laureles. Todo eso no solo es cobardía y bajeza, sino que es actitud propia de los canallas. Y además, todo este proceso creo que está muy pronto a encontrar su mejor momento, pues, quizás algunos aún no se han percatado, pero estamos a poco más de tres años para celebrar los 150 febreros del nacimiento de nuestra comunidad, momento ideal para renovar nuestros votos de compromiso para con ella, es decir, para con nosotros mismos.

Un gran futuro le deseo a estos sitios y también a los que vendrán, como uno del que me enteré su inminente salida, cuyo título al parecer será alvear.net, y más tarde merecerá mi atención. Y como frutilla del postre, les dejo http://www.fmaguapey.blogspot.com la primer radio alvearense en transmitir en vivo via internet, y con las mejores imágenes de la movida local.

La única condición que les exijo, si me lo permiten, a toda la comunidad, es que sin diferenciación entre oficialistas u opositores, jóvenes o viejos, crotos o chetos, pujemos todos para el mismo lado, el lado de Alvear. Es decir, atendamos la opinión del vecino con prudencia y sin negación absoluta, aprendamos a aprender, criticar y escuchar de forma constructiva y no destructiva, sin envidias, rencores, o subestimando el orígen.

Un abrazo a todos, gracias por pasar.



BlackBerry® de Personal, tu mundo en tus manos.

21 enero 2010

Señores gobernantes nacionales:

Muy a mi pesar, tengo que decirles que debo coincidir con una de sus decisiones, en este caso la llevada a cabo contra la empresa Telecom.

Digo muy a mi pesar, básicamente por dos motivos: el primero, que pese a reconocer muy buenas medidas tomadas o al menos ideadas a lo largo de esta sucesión matrimonial de mandatos, sinceramente, me invade un destello de vergüenza al afirmar que los apoyo en algo; en segundo lugar, a pesar nuevamente de que considero turbios los motivos por los cuales se ensañan con esta empresa, lo que hoy me moviliza es el rencor, el odio, y la sed de venganza. Es decir, me han colonizado con sus formas, al igual que a toda la nación; su plan sistemático de desmembramiento social realmente surge efecto.

¿Por qué digo que me moviliza el rencor y la venganza? Porque esta susodicha multinacional, que con el precepto estatal noventista de defender la competencia, tiene asignada monopólicamente la región norte del país, me ha desafectado de sus servicios de telefonía e Internet (Arnet Banda-Ancha) desde el día 2 de diciembre de 2009, y no ha hecho absolutamente nada por resarcir mi situación. Esto sin hablar del pésimo servicio que presta su subsidiaria de telefonía móvil, Personal, que por el más mínimo desperfecto eléctrico (el caso DPEC es tema para otro artículo), interfiere periodicamente en la irradiacion su señal, dejando a todos sus usuarios en el más absoluto abandono, o sino en la extorsión de los precios de roaming internacional, ya que casi inmediatamente el aparato móvil se conecta a través de servidores de señal brasileños (ya que estamos en frontera) lo cual representa un amargo dolor de bolsillo a la hora de hacer uso de sus funciones.

Movistar, como todos sabemos la compañía de telefonía móvil de Telefónica, puede usar indistintamente su señal como la de Personal. No así esta última, que sólo capta su propia señal. Ahora, ¿hay ser humano que le haga entender esto a los operadores de Atención al Cliente de esta empresa? Porque según ellos, y no descreo, Personal tendría que poder ocupar la señal de Movistar indistintamente, pero quien sabe por qué fechoría de la lógica comunicacional, en mi pueblo, no es así. O sea, cuando Movistar interrumpe su servicio (cosa inusual, pero que puede suceder) emplea con toda tranquilidad la señal de la otra prestadora, mientras que cuando Personal interrumpe su servicio (cosa de casi todos los días), hay que conformarse con TIM Brasil, o "Solo emergencia".

Hace alrededor de 5 años se jubiló el último técnico que operaba en la central de teléfonos de mi pueblo. Por consiguiente, todo trámite de reparación, revisión, instalación, etc., de líneas, debe esperar prudentemente la llegada del técnico enviado generalmente de Paso de los Libres u otra urbe cercana.

En Alvear, mi ciudad, si no me equivoco desde 1987, comenzó a funcionar el telediscado automático, producto de la gestión de una cooperativa local. Todos los números comenzaban con 70- y tres números más, y la característica de la zona era 0772. A partir de 1999 con toda la reforma en materia telefónica, los 8 dígitos de un número telefónico pasaron a ser 10, un 3 más en la característica, y otro dígito en el número propiamente dicho (generalmente un 4), es decir, pasamos a ser 03772 470- etc… La Cruz, por ejemplo, es 03772 491-… y en Paso de los Libres hay 421- 422- 423-, etc…

¿Qué paso el año pasado en Alvear? Pasamos a tener, además, 471-!!! Quizás para la mayoría sea una estupidez, pero para mí, un romántico del patriotismo y el progreso, es un avance sumamente significativo! Más aún por el hecho de que La Cruz no tiene 492-. (que le voy a hacer… me puede!)

Esta vilipendiada compañía, dueña absoluta del mercado en todo el norte argentino, hoy en día, al menos en mi pueblo, su servicio se ha deteriorado sistemáticamente, más que nada en cuanto al mantenimiento y soporte. ¿Tan poco rentables somos? Y si lo fueramos, ¿Quién se encarga de regular que se presten todos los "servicios básicos" del siglo XXI? Me refiero al interior, porque como todos sabemos, Buenos Aires es otra cosa (defensa al consumidor está en todos lados, ¿pero atiende en...?).

Por ejemplo, cuando sucedieron aquellos fatídicos cuatro días consecutivos sin energía eléctrica, allá por enero del 2007 (¿otra vez la DPEC? Déjà vu…), al cuarto día precisamente, el pueblo se despertó sin tono. Las baterías de auxilio que proporcionaban la energía a la central de teléfonos, se agotó. Recuerdo inclusive que ese día a la mañana, un viernes, a nosotros nos tocaron dos horas de luz por primera vez, ya que la estaban distribuyendo por sectores. Entonces prendo mi PC, mi antigua Pentium MMX, para conectarme a Internet vía Dial-Up (lujo de unos pocos por esos tiempos) para enviar fotos del piquete en el acceso al pueblo por Ruta Nac. 14 a los "medios" de la capital, no pude hacerlo; no había línea. Bueno, dentro de todo es perdonable, era un hecho que escapaba a sus responsabilidades, sin embargo pudieron haber, por ejemplo, traído un generador para prevenir esa situación. ¿Pueden imaginarse en plena era digital, un pueblo de casi 10.000 habitantes sin luz, teléfono, celular? Gracias a Dios el agua depende de nosotros mismos, lo que la mantiene aún al servicio como el mejor en su rubro en la provincia. No quiero ni pensar cómo se desarrollaría una situacion similar en Caballito, Flores o Belgrano, o en Morón, San Justo o Avellaneda; el mundo viéndolo por TV y la presidente refiriendose al tema.

En Alvear se ofrecen servicios de Banda-Ancha de 1 y 3 megas, obviamente, sólo Arnet. ¿Desde cuando tenemos esta prestación? Bueno, Dial-Up desde el 2004, servicio que se saturó practicamente por completo ya cerca del 2007; la velocidad de conexión era insostenible. Hasta que, una chispa de esperanza se vislumbró en el pueblo, bah, una chispa, de un poco más que esperanza, calórica también, pues un grupo de "vándalos" presuntamente adolescentes y oportunamente "anónimos", ingreso a la Central de Telecom, en calle Hermanos Gomes entre 9 de Julio y Belgrano, y encendieron los equipos... Los encendieron con fósforos o encendedores, me refiero. El tema es que los equipos quedaron inutilizados, y ante la situación, la compañía debió sustituirlos por unos nuevos, los cuales brindaron la capacidad técnica de ofrecer la tan ansiada Banda-Ancha.

Mientras algunos tecnópatas fantaseaban con erigir un monumento al "vándalo desconocido" (me incluyo entre los partidarios), otros más paranóicos sospechaban con la posibilidad de que la misma empresa había creado el circo del acto delictivo para justificar la modernización de la Central. De todos modos, con lo que el avance significó, con las nuevas oportunidades que surgieron, creo que todos coincidimos en que el fin había justificado los medios, es decir, si no hubiera sucedido así, si es que realmente sucedió así, quien sabe cuando estariamos conectados dignamente a la red de redes. Es decir, es un logro a medias, así lo considero yo al menos. Esto ocurrió allá por septiembre u octubre del 2008, no recuerdo exactamente.

Para ir cerrando este ovillo de redundantes argumentos contra la Multinacional Italiana, les cuento que el día 2 de diciembre del año pasado, una tormenta de vientos realmente fuertes, a los que algunos le atribuyeron la categoría de tornado, hizo algunos graves desastres en mi pueblo.


En plena media mañana, a eso de las 9:30 AM, sorprendió a la rutina citadina este fenómeno climatológico que, entre otros daños, se llevó el techo de la dirección de la Escuela Nº 123, unos cuantos eucalyptus en la Escuela Agrotécnica, el portón de chapa de la principal ferretería por calle Belgrano, algunos techos de casas particulares, y otros tantos postes y cableado de las líneas de luz (basta che, no viene al caso), de TV por cable y de… Teléfono. Sin mencionar el "susto", por supuesto. Desde esa fecha aún permanece un poste maestro de Telecom, de más de 5 metros, inclinado en la plazoleta Isaco Abitbol sobre la vereda de la calle Hermanos Gomes, el cual fue apuntalado por un vecino mientras ocurría la caída, en medio de la tormenta. La estructura maderera, se descogolló precisamente en la base, intersección con el suelo, lo que en agronomía se llamaría Damping-off (no se si estará del todo correcta la aplicación de este término, pero es que me recuerda mucho a mi escuela). Desde ese momento, un buen porcentaje de usuarios ha caído en la desgracia de la incomunicación. En el caso de mi familia, como seguramente en el de muchos otros, acarrea serios perjuicios económicos, ya que el teléfono es esencial para el uso laboral. Sin embargo, y a causa de que los últimos tres meses del pasado año fueron significativamente tormentosos (climáticamente hablando), he oído de usuarios que no cuentan con el servicio desde el día 19 de noviembre, y algunos quizás desde antes.

Así es entonces, como de una forma o de otra, la sucesión de hechos y el acumulamiento de rencores, me han llevado a ponerme de acuerdo en algo con este gobierno, maldita sea. Y gracias a su dedicada campaña de confrontamiento, su pedagógica incitación a la diferenciación de "clases", de ideologías y de amores, me he contaminado con la bronca, el odio y la "necesidad" de resarcimiento moral, por la desdichada situación de precariedad comunicacional que sufrimos los usuarios de este nefasto grupo económico que nos ata a sus gustos y placeres, al generarnos necesidades imposibles de sustituir o complacer, para con productos que hasta hace unos años no sabíamos que necesitabamos. Que asco, ya me parezco a un ave negra… Es que los malos sentimientos siempre son buenos abonos para los textos profundos.

Ahora, no quisiera pensar que producto de su "persecución" para con estos pobrecitos ejecutivos, técnicos y sobre todo operadores de atención a clientes, los mismos se encuentren desilucionados, se sientan desprotegidos por esta patria, y desanimados para ejecutar sus tareas, entre otras por ejemplo, arreglar mi línea. Mmm... Veremos que sucede...

Hasta el próximo, gracias por la compañía…

PD: Esto lo escribí y publiqué desde mi celular. Sólo para recordarles, no tengo Internet, ¿ya les conté eso?

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